Padre Miguel Gould, hombre de Dios que sirvió 60 años en Bolivia, hoy reside en Estados Unidos.

El pasado 12 de junio, el Padre Miguel Gould conmemoró un hito significativo en su vida: 70 años de ordenación sacerdotal. Hoy, 29 de junio, se lleva a cabo una celebración especial en la casa central de los Maryknoll, ubicada en Nueva York, Estados Unidos, donde el Padre Gould Kincella actualmente reside.

Padre Miguel Gould en la Iglesia San Miguel Arcángel de Nuevo Horizonte, dando charla a niños y jóvenes.

El Padre Gould Kincella, miembro de la orden Maryknoll, es una figura entrañable y muy querida en el Municipio de Okinawa, así como en otras comunidades donde ha realizado su destacada labor social. Durante su servicio, ha dejado una huella profunda en la vida de innumerables personas, especialmente en Bolivia, donde pasó 60 años de su misión.

En un mensaje emotivo, el Padre Gould Kincella recordó con cariño su tiempo en Bolivia: 

"He disfrutado mucho de mi tiempo en Bolivia: la gente a la que serví, mis hermanos, el clima tropical, la parroquia rural donde viví durante 45 años, pilotando una avioneta a las 32 comunidades: fue una alegría. Me gustaría estar allí hoy sin duda".

Sus palabras reflejan la profunda conexión y gratitud hacia las comunidades bolivianas que marcaron su vida y en especial a los 32 pueblos que recorrió y estuvo cara a cara con sus habitantes. Okinawa 2 la capilla rural en la que vivió durante casi medio siglo se convirtió en el corazón de su misión, y pilotar una avioneta para llegar a 32 lugares diferentes es un testimonio de su dedicación y espíritu incansable.

El Padre Gould Kincella también destacó la importancia del apoyo recibido a lo largo de su misión: 

"Todos ustedes tuvieron un papel real en esta misión reforzándola con sus oraciones y apoyo: Por esto doy gracias a Dios, a Su Santísima Madre, a Maryknoll y a mi familia", expresó con profunda gratitud.

El Padre Miguel junto a niños de la primera comunión de la Comunidad Nuevo Horizonte.

La celebración en Nueva York reúne a amigos, feligreses y compañeros de misión, todos unidos para honrar el legado del Padre Gould Kincella. Su vida y obra son un ejemplo de compromiso, fe y servicio que sigue inspirando a quienes han tenido el privilegio de conocerlo.

El Padre Miguel Gould Kincella, con su humildad y dedicación, es un verdadero faro de luz para las comunidades que ha servido, dejando un legado que perdurará por generaciones.